Bochornos y sudoración nocturna: Sensaciones repentinas de calor acompañadas de sudoración.

Cambios de humor: Irritabilidad, ansiedad, depresión y cambios de humor.

Trastornos del sueño: Insomnio y dificultad para conciliar el sueño.

Problemas genito-urinarios: Sequedad vaginal, disminución del deseo sexual y infecciones urinarias frecuentes.

Problemas cognitivos: Dificultad para concentrarse y problemas de memoria.

Cambios en la piel: Sequedad y pérdida de elasticidad.

Aumento del riesgo de osteoporosis y enfermedades cardiovasculares: Debido a la disminución de estrógenos